Skip to main content

No esperen objetividad en mis apreciaciones porque esto fue “amor a primera vista”. En mi defensa, aclaro que es un gran privilegio que alguien que ha tenido la valentía de soñar, trabajar ese sueño, vivir con amor los tropiezos e inspirar a muchos con sus logros abra su corazón y comparta sin recelo su experiencia de vida. Deseo que a través de este escrito pueda transmitirles la sensibilidad, la tenacidad, la determinación y por encima de todo el amor con que el maestro Jaime vive día a día por y para la danza.

Con una trayectoria de 25 años en formación y como bailarín profesional, en el año 2.014 abrió la escuela BOGOTÁ CAPITAL DANCE y al año siguiente empezó la compañía.

Les comparto esta cálida entrevista con el maestro para que se enamoren tanto como yo de su trabajo.

SANDRA VASQUEZ/ Como fue tu proceso de formación como bailarín profesional y en qué momento dijiste: definitivamente la danza es el camino que quiero elegir.

MAESTRO JAIME OTÁLORA/ A mí me pasó de una manera muy romántica. A mí la danza me atrapó literal, desde el primer día.

Yo empecé tarde en la danza, a los 17 años. Era estudiante de economía en la universidad Del Valle y ya había practicado antes natación y gimnasia.

Tomé mi primera clase de ballet, después de tocar la barra de ballet llegué a la casa y dije: No!!! definitivamente esto me atrapo del todo.

Pienso que tuve una gran bendición. Mi primera maestra fue la cubana Gladys González. Especializada en danza de espectáculo con formación clásica y hacíamos clase de ballet todos los días, mis compañeros tenían formación previa en gimnasia rítmica o en Incolballet, es decir que estuve desde el primer día en contacto con personas con formación previa que me hizo consciente que estaba atrasado y que si eso era lo que quería tenía que esforzarme. Yo soy una persona demasiado sico rígida y con mucho enfoque, empecé a tomar clases extras: en la Pavlova y la Sanford de Cali y buscaba información adicional donde pudiera formarme.

Me retiré de la carrera de economía y me fui para Bogotá a estudiar a la ASAB (Academia Superior de Artes de Bogotá) pero no era lo que buscaba en ese momento de mi vida, en esa época era más complicado salir del país, no había internet.

Así que busque en Bogotá captar la mayor información posible sabiendo que estaba atrasado frente a la gente que yo conocía. En conclusión, mi proceso no fue de un lugar único, además tengo el talento de captar la información de manera inmediata, en un tiempo más corto que el resto de las personas lo que aportó mucho a mi carrera.

No hubo un lugar exacto, busque la mayor información posible para mi cuerpo. Al tiempo empezaron a decirme si dictaba clase y encontré mi vocación como maestro. Luego de dar clase por varias escuelas de Bogotá concluí que mi forma de enseñar requería mas libertad para tener unos resultados más claros en los estudiantes, con un proceso que trascendiera de la función de fin de año e ir mas allá.

Yo tenía una visión más a largo plazo y la escuela nació con esa visión. Crear una compañía, crear un estilo propio y una técnica que funcione para cuerpos de verdad colombianos, que genere resultados. Aquí en Colombia partimos mucho de lo que la teoría dice, libros, reuniones… Pero los cuerpos no dan esos resultados.

Yo quiero partir desde dar resultados con el trabajo que se hace. BCD nació partiendo de una necesidad de profesionalizar la danza y buscar ir más allá que ser una academia con una única función de fin de año. La compañía nació casi a la par que la escuela.

S/ Cómo fue el momento de comunicar a tu familia que dejabas economía porque querías ser bailarín y maestro de bailarines?

MJO/ Yo tengo la fortuna de tener un padre y una madre que han apoyado completamente mi sueño desde toda la vida para hacer lo que me haga feliz. No hubo ninguna negativa. Mi cabeza funcionaba muy bien con la parte financiera pero también soy muy artista y muy sentimental. Me gusta también las finanzas, pero el amor por la danza es un amor que no se puede explicar. Cuando yo hablé con ellos, lo hice con tanta seguridad de lo que iba a pasar con mi vida. Les dije: yo definitivamente voy a dedicarme a esto y quiero hacer lo mejor que pueda.  Recibí de ambos todo el apoyo, el abrazo, el beso. “Que te vaya bien” “Seguramente vas a ser el mejor “

Ellos hasta el día de hoy me apoyan. Vienen a Bogotá, ven las funciones, se emocionan, lloran….

Tengo una gran ventaja y es la familia que la vida me dio. Nunca dijeron no se hace esto porque nunca vas a conseguir plata. Siempre me dijeron: haz lo que sueñas, hazlo muy bien, hazlo muy enfocado y seguramente de eso vas a vivir. Y definitivamente hago lo que amo, vivo de ello y vivo muy bien.

S/ Como has logrado si contar con un título o una certificación de una entidad formalmente constituida, llevar 10 años de exitosa labor.

MJO/ Ha sido asumir un reto muy complicado, en el medio que yo me muevo mis pares tienen una historia muy diferente a la mía. Mi reto ha sido demostrar. Cuando decidí bailar asumí mi manutención y al tiempo que tomaba clases vendía jeans, helado etc. Desde que tenía 7 años yo madrugo mucho entonces siempre he tenido días muy largos que aprovecho demasiado. Mi familia no podía mandarme a hacer cursos de verano a diferentes países. Esa es mi realidad y por eso siempre he sabido que tengo que dar resultados para poder tener el respeto o el reconocimiento. Yo me estoy enfocando en profesionalizar a los chicos que están conmigo, poder tener una opción de trabajo serio dentro de la compañía. Parte de lo que quiere hacer BCD es convertirse en un conservatorio de danza. Requiere más tiempo, pero eso hace parte de nuestra misión.

Cuando uno se siente orgulloso de su vida, sin temor a la vergüenza porque, al fin y al cabo, esa fue mi vida, lo que me tocó a mí vivir en ese momento, pero yo como sobre eso puedo partir y como no tengo el título que me avala como tal cosa pues tengo que dar resultados, y con lo que se ve puedan decir: El señor si sabe.

Obviamente hay una gran dosis de talento siento yo, en mi ojo también para poder decir que tengo la posibilidad de tomar esos retos sin tener todo eso que me avala o me soporta. Lo que yo tengo muy claro es dar resultados, que sean tangibles, que la gente los pueda ver y entender. Por qué no tengo nada más que me soporte, más que los cuerpos que estoy formando a diario y que se ve el cambio.   Y también en la parte coreográfica con puestas en escena diferentes que haga que la gente diga “Acá pasa algo particular”

S/Que se requiere en nuestro medio para que los bailarines puedan vivir de la danza?

MJO/ Parte de nosotros mismos, hay una falta de respeto a la profesión, si nosotros no respetamos nuestra profesión va a ser absolutamente imposible que nuestro entorno cercano y lejano lo respete. Y así no vamos a poder profesionalizarnos.  Y eso va desde que no llegamos a tiempo a clase de ballet. Por qué en los latinos y los colombianos esto es lo habitual. Para mi familia la danza es disciplina, rigor, enfoque, seriedad. En mi casa la danza es la cosa más respetada de la vida porque yo he sido la persona más rigurosa, más enfocada, con una visión clara. Yo he dejado de asistir a cumpleaños, o no viajo a un matrimonio porque tengo ensayo o porque tengo clase. Por eso mi familia ven que es muy serio. Si yo digo: tengo ensayo, pero puedo ir a los eventos; entonces mi entorno va a decir es un hobbie y ahí comienza a no ser valorado como una profesión.

Parte de nosotros mismos de como vemos la danza con respeto y con rigor y como hacemos ver a la gente que nos rodea que la danza es muy importante.

Según el Maestro hay una confusión entre la danza lúdica y la danza profesional. Respetuosamente hace mención de los coach de vida y con enfoque de danza que dicen: “simplemente suéñalo y como lo sueñas lo logras” No está de acuerdo porque: lo sueñas está muy bien, pero lo debes trabajar mucho hasta lograrlo y tal vez si trabajas mucho puede que no lo logres.

Todo el mundo dice que es bailarín pero cuantas clases toma a la semana?. La danza lúdica no está mal, el movimiento es para todo el mundo por que el movimiento es vida. Pero la profesión del bailarín no es para todos porque ser bailarín más que el cuerpo, requiere cabeza y no todos tienen la posibilidad de asumirlo con ese enfoque y esa determinación.

Ser bailarín es un estilo de vida. ¿Cuánto tiempo duermes? ¿Como te alimentas? ¿Que terapia física haces? Es todo lo que sucede en el día que apoya a la persona para ser bailarín.

S/ Cuál es la diferencia entre un programa de formación profesional y un programa lúdico. Y que aspectos debe considerar un niño con su familia en el momento de elegir un sitio para su formación.

MJO/ El tiempo que tú le dedicas a la danza ya empieza a hacer una diferenciación. El decir que quiero ser profesional toma más tiempo y eso ya se puede decir en ciertas edades en que se tiene la claridad para poder decidir que tanto tu vida la quieres enfocar en todo sentido hacia la profesión. Si tomas 2 clases a la semana no puedes decir que eres un bailarín profesional.

BCD va en el proceso y aunque no se equipara con la intensidad horaria de INCOLBALLET que es un colegio y considerando que es privada ya los bailarines en BCD van todos los días sin falta incluso con procesos personalizados para mejorar su desempeño. He logrado crear una comunidad que cada vez valora mucho más la danza como un enfoque de vida.

En principio debe evaluarse la intensidad horaria, verificar la calidad del programa académico y los resultados que dan.

Frente al rol de las universidades en la formación de los bailarines opina que tienen un enfoque más pedagógico, de coreógrafo o de investigación. Expresa que quien no tenga una formación como bailarín no tiene las herramientas para ser coreógrafo. Las universidades deben cumplir con unos requisitos de formación que le quitan espacio a la formación de los cuerpos. La danza tiene que estar apoyada en un marco teórico y eso te hace un bailarín mucho más global pero no se puede desconocer el rol del cuerpo en el acto de bailar. Para hacer pregrado de música las universidades les exigen a los aspirantes para poder presentarse que sepan leer partituras y que toquen bien un instrumento. Eso no pasa en el pregrado de danza, los chicos inician sin conocimientos previos como bailarines. El MJO piensa que si la universidad quisiera un resultado diferente del proceso tendría que ser más exigente en la audición y así estaríamos a la par con un músico que se graduó en la universidad.

Continua la entrevista. PARTE 2

Fuentes:

Entrevista Maestro Jaime Otálora González

BCD Ballet – Bogotá Capital Dance (bogotacapitaldance.com)

Youtube @bogotacapitaldance7900

Instagram @jaimebcdotalora

Arabesque Colombia

Gestora de Proyectos Digitales. Profesional en Marketing Digital y Comercio Electrónico.

Dejar en comentario